Trialance es la primera cooperativa especializada en Investigación Clínica en España. La cooperativa nació en Barcelona en junio del 2015 como respuesta de un grupo de profesionales altamente capacitados y con gran experiencia en el sector del lanzamiento de nuevos medicamentos y que el sistema había tendido a excluir, sobre todo a raíz la crisis económica y los recortes en la Industria Farmacéutica. Como reacción a esta situación “que deja fuera del mercado laboral a profesionales fantásticos”, explica Xavier Molina, cuatro empleados del sector sanitario fundaron Trialance con el objetivo de seguir trabajando en lo que querían, pero desde casa. Un pago de 1.000 euros otorga el derecho a ser propietario del proyecto común, trabajador y dueño al mismo tiempo, previa unanimidad.

El éxito ha sido rotundo y no solo la entidad se ha consolidado en el mercado, sino que ya hay más peticiones de incorporación de nuevos socios. “La ventaja de ser una cooperativa es que somos flexibles, ágiles y próximos a las necesidades de los clientes. Somos expertos, todos profesionales de alta cualificación”, explica, Molina. “Soy el mánager de la empresa, pero no el director. Al ser una cooperativa, los que trabajamos o somos propietarios o podemos serlo. Estamos completamente implicados en el proyecto”, añade.

Las expectativas son halagüeñas. “El mercado es más grande de lo que se piensa”, explica el impulsor de Trialance. Sonríe cuando se le recuerda que en EEUU existe una cooperativa del sector, Pink Army, con 14.000 propietarios.